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Cómo realizar adecuadamente el muestreo para el análisis del suelo y su fertilización en los cultivo


Análisis del suelo para su fertilización.


Para elaborar un programa de fertilización en un terreno bajo cultivo, basado en los resultados de un análisis de suelo, es imprescindible un adecuado procedimiento para la toma de la muestra, ya que el muestreo genera hasta un 85% del error total dentro de un análisis de suelo. Este punto es bastante crítico si se considera que la muestra debe representar la variabilidad del terreno. En terrenos en pastoreo el problema es de mayor complejidad, ya que la deposición de heces y orina genera una mayor variabilidad. Por estas razones, el número de submuestras a tomar para representar un terreno es de importancia fundamental (Fertilab, 2011; Bernier & Bortolameolli, 2000).


Época de muestreo.


En general se recomienda realizar el muestreo con 1 a 2 meses de antelación al establecimiento del cultivo, o bien sea antes de la temporada de lluvias, esto da tiempo para obtener los resultados, interpretarlos, establecer las recomendaciones y adquirir los fertilizantes, y enmiendas de suelo y así poder implementar un programa óptimo de fertilización (Fertilab, 2011; Bernier & Bortolameolli, 2000).


Frecuencia de muestreo.


Hay nutrientes muy dinámicos, como el nitrógeno en forma de nitratos (N-NO3), cuya condición puede cambiar en unos meses debido al proceso de lixiviación o lavado y al proceso de extracción por el cultivo (Fertilab, 2011). En general se recomienda realizar análisis del suelo en el mismo terreno, cada año. El análisis de textura, que es una propiedad física del suelo, sólo se realiza una vez, ya que prácticamente no sufre cambios con los años, pero es muy importante guardar los análisis con las tablas o secciones de terreno bien identificados (Fertilab, 2011; Bernier & Bortolameolli, 2000).


Unidades de muestra.


Para la toma de muestras del suelo, el terreno deberá dividirse en parcelas con características edáficas homogéneas, en lo que se refiere a textura, fertilidad, color, profundidad de suelo, etc. También deberán diferenciarse aquellas parcelas que, aun teniendo un suelo semejante, estén sometidas a diferentes prácticas de cultivo, especialmente en lo que se refiere al riego (localizado o inundación), manejo del suelo (laboreo o conservación) y fertilización. La separación de áreas homogéneas o unidades de muestreo es con el fin de manejar la fertilización y mejoramiento del suelo en forma independiente, hasta donde la geometría de estas unidades lo permita. En cualquier caso es recomendable que las áreas homogéneas o lotes de muestreo no sean mayores de 20 hectáreas para reducir la variabilidad natural del terreno (Fertilab, 2011).


No es conveniente mezclar las muestras de dos lotes, que aunque parezcan muy similares, no lo sean. Por ejemplo, si en un terreno, el cultivo anterior fue alfalfa y en el otro fue maíz, por lo que sus niveles de extracción y/o aporte de nutrientes fueron distintos, por lo tanto no conviene mezclar las muestras de los dos lotes (Fertilab, 2011; Bernier & Bortolameolli, 2000).


Profundidad de muestra.


Por lo general el muestreo se realiza a una profundidad de 0-30 cm (capa arable). Sin embargo, para planear el mejoramiento del suelo en el largo plazo, es de suma importancia conocer las condiciones del subsuelo. En la capa superficial el contenido de materia orgánica es mayor que en el subsuelo, y en este estrato la extracción de nutrientes es mayor, por lo que es el que preferiblemente se muestrea (Fertilab, 2011).


Intensidad del muestreo.


Para muestrear una parcela, no es recomendable establecer empíricamente un número de submuestras a retirar del suelo para conformar la muestra completa que será enviada al laboratorio. Es importante mencionar que el análisis en una muestra representada por una sola submuestra no permite diagnosticar la fertilidad del suelo, sino por el contrario, genera una confusión mayor al momento de interpretar y emitir recomendaciones. Experimentalmente se ha determinado que 40 submuestras proporcionan la máxima precisión práctica. Para fines de diagnóstico se puede reducir el número de submuestras por muestra compuesta entre 15 a 25. Tampoco se toman muestras de un solo sitio del terreno (Fertilab, 2011; Bernier & Bortolameolli, 2000).


Bibliografía:


Fertilab. Manual de muestreo de suelo, plata y agua. México. 3a ed. 2011; 1-18.


Bernier R, Bortolameolli G. Seminario taller para productores “Técnicas de diagnóstico de fertilidad del suelo, fertilización de praderas, cultivos y mejoramiento de praderas”. Instituto de investigaciones agropecuarias; Centro nacional de investigación Remehue. 2000; Series actas #4.

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